El Conspirador, los mercenarios y los traidores a Libia,

Indignos y miserables merecen el desprecio

de toda la humanidad

El conspirador y terrorista internacional autodenominado "filosofo"

Bernard-Henri Lévy presentó en Cannes

un documental sobre sus fechorias en Libia

Por: Fernando Casares

El presidente de Israel, Shimon Peres y el filósofo francés Bernard-Henri Lévy

El filósofo francés y pro sionista Bernard-Henri Lévy presentó hace unos días en Cannes su visión personal del bombardeo en libia, un año después de la invasión de la OTAN en contubernio con el CNT y los rebeldes libios que propiciaron no solo el derrocamiento del gobierno de Muamar el Gadafi y su vil asesinato, sino a cerca de 60.000 libios.

"El juramento de Tobruk", codirigida además por Marc Roussel, es una cinta que el escritor y cineasta judío trajo alFestival de Cannes, fuera de competición, y en la que muestra el "así se hizo" de la guerra en el país norteafricano.

"Hay un juramento entre los occidentales y los libios, y ambos tienen que ser fieles a él", declaró Lévy a un grupo de cuatro medios extranjeros, entre ellos Efe, al explicar el título de este documental.

"Implícitamente, Europa y América ayudaron a Libia a liberarse a sí misma. Sin el mundo occidental Bengasi habría sido destruida, Misurata habría desaparecido", sentenció el filósofo en una clara muestra de futurismo histórico, ataque preventivo y cinismo sin parangón.

"Por otro lado, los libios juraron comprometerse a sí mismos en el camino hacia la democracia. Todos tienen que ser fieles a ese juramento", opinó en un claro mensaje a los dirigentes libios que no logran gobernar la caótica y dividida Libia post Gadafi.

Con un fotógrafo y sus gestiones al más alto nivel político entre Francia, Inglaterra, EE.UU., Israel y el CNT decidió montar este documental. En la cinta se muestran entrevistas que mantuvo con el primer ministro británico, David Cameron; la secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton y el ex presidente francés, Nicolas Sarkozy.

"Los tres (...) no fueron inútiles en absoluto, fueron grandes. Hicieron lo que nadie había hecho antes, nunca".

"La guerra en Libia no tenía precedentes: una guerra de intervención, sin interés internacional, sin intereses económicos, sin ocupación, sin razones colonialistas, sólo para evitar una masacre, eso nunca pasó en la historia", se animó a declarar en una clara muestra de cinismo insólito y subestimación inmoral hacia público.

El filósofo pro israelí defiende una forma de narración documental y cita la "tradición de los documentales que se han hecho así. Si uno ve los documentales unerground estadounidenses (...) todos son gente que documentan al mundo y a sí mismos de la misma manera, porque lo que hay es un encuentro".

"La idea de un ojo objetivo quizás sea algo de la televisión, pero no del cine. Los documentalistas que yo admiro son esos", explicó.

Recordemos que como intelectual, se posicionó claramente a favor de la intervención en Bosnia durante la guerra de los Balcanes en los años noventa y actualmente se pronuncia claramente por una actitud occidental intervencionista similar en el caso del conflicto en Siria.

"No podemos cerrar la puerta. Los demócratas tenemos que dar la bienvenida a las buenas noticias de los pueblos en libertad, no podemos decir que son incapaces desde el comienzo, que las libertades les están prohibidas".

"Si el resultado es malo, entonces veremos, pero desde el principio, no, de otra manera sería desagradable para los occidentales: decir que tenemos el monopolio de la libertad y que otra parte del mundo no tiene derecho a ella".

En el caso de Egipto está a medio camino:

"Estamos en el medio de un proceso. Hay logros buenos y malos"

Al ser preguntado por la actual Libia, el filósofo lobbysta pro israelí sentencia sin ningún tipo de autocrítica ni análisis de la trágica realidad presente del país magrebí:

"Las elecciones, el libre debate (...) son un avance y (..) diría que el equilibrio entre buenos y malos logros es favorable. Libia ahora va por el buen camino".

Observando el mapa de guerra junto a dirigentes militares y civiles del CNT

Imagenes de archivo

Ronald Reagan, se relaja con Al Qaeda en la Casa Blanca, Washington DC
. En Libia y Siria, Al Qaeda brigadas son los soldados de a pie de la alianza militar de la OTAN
Dondequiera que los militares de EE.UU. y el aparato de inteligencia se despliega, Al Qaeda está presente:
Al Qaeda en Irak, Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), la Libia islámicos que luchan Group (LIFG), Al Shaabab (Somalia), Al-Qaeda en el Magreb Islámico, Jaish-e-Mohammed (JEM) (Ejército de Mahoma) (Pakistán), la organización Jemaah Islamiya (JI) (Indonesia) Movimiento Islámico de Uzbekistán, etc (Ver Departamento de Estado norteamericano las organizaciones terroristas extranjeras, las Naciones Unidas del Consejo de Seguridad, la lista de los individuos, grupos, empresas y otras entidades asociadas con Al-Qaida -Qaida lista de sanciones)