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Monday, August 27, 2012

"Oposición" Siria, como opera, quien los financia y cuales son sus criminales objetivos ...

El nuevo método de conquista sin invasión militar
¿Qué hay detrás del "Ejército Sirio Libre"? Cómo opera, quien lo financia y cuáles son sus objetivos

Lo que está sucediendo en Siria, no es otra cosa que la extensión de las técnicas y estrategias del "terrorismo" de la CIA  aplicadas en alta escala para desestabilizar a un gobierno y ejecutar desde adentro su derrocamiento.

Esto convierte a Siria (al igual que lo sucedido en Libia) en un nuevo campo experimental de conquista militar articulado a partir de los mismos grupos mercenarios operativos que actuaron históricamente reclutados por la CIA para ejecutar las operaciones terroristas que  fundamentaron las invasiones a Irak y Afganistán tras el 11-S en EEUU.

Por Manuel Freytas (*)


El llamado "Ejército Sirio Libre" es un mosaico de grupos combatientes irregulares, entrenados en distintas modalidades de "guerra asimétrica", que han tomado forma orgánica y funcional (dentro de un plan y una estrategia general diseñados por la CIA y el Pentágono en coordinación operativa con la OTAN, para Siria) a partir de los movimientos conocidos como la "primavera árabe", o "revoluciones árabes", que se proyectaron desde Egipto, y Túnez, y alcanzaron su forma operativa militar en Libia y en Siria, desde febrero de 2011 a la fecha.


Estos grupos mercenarios descentralizados (reclutados o infiltrados por la CIA, procedentes de distintas naciones del mundo islámico) y muchas veces sin conexión entre sí, se vertebran operativamente dentro de planes estratégicos del Pentágono y de la OTAN, y su función es ladesestabilización terrorista y derrocamiento interno de gobiernos no "dóciles" a los objetivos militares, políticos y económicos del eje EEUU-Unión Europea-Israel.

En este escenario, el "Ejército Sirio Libre" responde en parte a los patrones operativos puestos en práctica por los "rebeldes libios" durante el levantamiento armado que terminó con Muamar Kadafi y su régimen en Libia.

Los grupos que hoy actúan en Siria se enmarcan dentro de una estrategia orientada a delegar las tareas sucias de la ocupación militar en grupos mercenarios motivados por el dinero o por el fundamentalismo religioso, o por ambas cosas a la vez, que sustituyen a las fuerzas militares imperiales convencionales en las operaciones de invasión y de apoderamiento de mercados y países.

Siria es una pieza central en el plan estratégico de aislamiento y derrocamiento del régimen que controla Irán, y la caída del gobierno de Bashar al-Assad dejaría a Teherán sin su aliado clave y abriría la compuerta para una ataque del eje EEUU-Israel a sus centrales nucleares.

Luego de distintos fracasos de sus operaciones militares en Asia, África y Medio Oriente, Washington, el Pentágono y las potencias aliadas de la OTAN, aprendieron. Y resolvieron no pagar nunca más el costo humano, político y financiero de las ocupaciones militares ejecutadas a cara descubierta por sus fuerzas regulares .

Irak y Afganistán colmaron el vaso. Billones de dólares de costo al Tesoro, deterioro de la "imagen" internacional del Imperio locomotora, deslegitimación interna y externa de las guerras militares de conquista, le enseñaron al Pentágono y a sus estrategas que lo mejor es hacer la "guerra por otras vías", sin desgastarse ni pagar costos políticos y financieros.

En esta modalidad operativa y estratégica se inscribe el llamado "Ejército Sirio Libre" compuesto por grupos de mercenarios extranjeros, entrenados, financiados y armados por EEUU y las potencias de la OTAN. Con la complicidad de Turquía y la financiación de las monarquías del Golfo Pérsico encabezadas por Qatar y Arabia Saudita. Y con Israel, sus fuerzas especiales y servicios de inteligencia, jugando un rol central al lado de la CIA.

Desde marzo de 2011, Siria fue sometida primero a una "revuelta popular" digitada desde afuera para derrocar al gobierno, luego a una"rebelión" armada con toma de ciudades después, y finalmente, como sucedió en Libia, la alianza imperial planifica una intervención militar internacional con bombardeos ininterrumpidos y muerte de civiles inocentes, que conduzca al derrocamiento del régimen sirio, aliado de Irán, Líbano y Gaza.

A diferencia de Libia, las fuerzas de mercenarios extranjeros y desertores del ejército (financiados y armados por EEUU, la UE y las monarquías del Golfo) no tomaron territorios o zonas, sino que se concentraron en operaciones de infiltración y acciones de guerrilla urbana actuando entre la población civil, para exponerla al fuego represivo del ejército sirio.

Desde marzo de 2011, estos grupos operativos contenidos en el mosaico del "Ejercito Sirio Libre" tienen su base de entrenamiento y logística en Turquía.

Como señala Thierry Meyssan, "la realidad es que se han convertido enmilicias de la OTAN, ya que el cuartel general del ESL se encuentra incluso en la base aérea de la OTAN de Incirlik, en Turquía. Los islamistas más duros han formado sus propias organizaciones o se han unido a al-Qaeda. Se hallan bajo control de Qatar o de la rama sudairi de la familia real saudita. De hecho, dependen de la CIA".

O como apunta Pepe Escobar, "Las más de 100 pandillas fuertemente armadas involucradas en la guerra civil de Siria rebosan de fondos con los cuales el CCG (monarquías del Golfo Pérsico) financia sus granadas rusas propulsadas por cohetes y compradas en el mercado negro. Numerosos salafistas-yihadistas cruzan hacia Siria, no solo desde Irak, sino también de Kuwait, Argelia, Túnez y Pakistán, después de llamados embravecidos de sus imames. Secuestros, violaciones y matanzas de civiles favorables al régimen de Assad se están convirtiendo en la ley del país".

Para Meyssan

"en el seno de la sociedad siria, que representa el paradigma de la tolerancia religiosa, se desarrolló una corriente takfirista. Esa corriente sirvió de base a los grupos armados, que a su vez han sido abundantemente financiados por las monarquías wahabitas (Arabia Saudita, Qatar, Sharjah). Ese dinero proveniente del exterior atrajo nuevos combatientes, entre los que se hayan parientes de víctimas de la represión masiva del sangriento y fracasado golpe de Estado de la Hermandad Musulmana, en 1982".

Según el analista francés, "el móvil de esas personas es a menudo más personal que ideológico. Se trata sobre todo de una búsqueda de venganza. Atraídos por el dinero fácil, numerosos delincuentes e individuos que ya tenían problemas con la justicia se unieron a esos elementos: cada "revolucionario" recibe una suma que representa 7 veces el salario medio sirio. Y finalmente, también comenzaron a llegar profesionales que ya han combatido en Afganistán, Bosnia, Chechenia o Irak. En primera fila de estos se encuentran los hombres de al-Qaeda en Libia, liderados por el propio Abdelhakim Belhaj. Los medios de prensa los presentan como yihadistas, lo cual es totalmente inapropiado ya que en el Islam no se concibe la guerra santa contra correligionarios. Se trata, ante todo, de mercenarios".

Según Meyssan, un sector mayoritario de los mercenarios del ESL "Reconocen la autoridad espiritual del jeque Adnan al-Arour, predicador takfirista que llama a derrocar y matar a Bachar al-Assad, no por motivos políticos sino únicamente porque el presidente sirio es alauita, lo cual lo convierte en un hereje a los ojos del jeque. Todos los oficiales del ESL que han podido ser identificados son sunnitas y todas las brigadas del ESL llevan nombres de figuras históricas sunnitas".

De acuerdo con Pepe Escobar, "El cruce Bab al-Hawa entre Siria y Turquía fue invadido por más de 150 muyahidines descritos como multinacionales,provenientes de Argelia, Egipto, Arabia Saudita, Túnez, los Emiratos Árabes Unidos, Chechenia e incluso Francia. Muchos proclamaron su fidelidad a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQIM). Quemaron numerosos camiones turcos. Filmaron su propio vídeo promocional. Desfilaron con su bandera de Al Qaeda. Y declararon que toda la zona fronteriza era un Estado islámico".

Según expresa Thierry Meyssan "
El programa del ESL consiste en acabar con el régimen laico instaurado por el Baas, el PSNS y los comunistas yprevé la instauración de un régimen confesional estrictamente sunnita".

El "Ejercito Sirio Libre" como reciclamiento del "terrorismo tercerizado" de la CIA

La infiltración y cooptación de los grupos mercenarios islámicos que hoy operan dentro de las estructuras difusas del "Ejercito Sirio Libre" no es una novedad.

Bin Laden, asesinado por EEUU, fue el pionero de esta estrategia de derrocar gobiernos (desde adentro) y sin invadir militarmente.

Son muchos los especialistas, entre ellos Michel Chossudovsky, que sostienen que históricamente la CIA infiltró los cuadros combatientes islámicos utilizando de intermediario al servicio de inteligencia paquistaní(ISI), que en la actualidad sigue actuando de nexo entre los grupos terroristas que operan en Asia, los Balcanes y Medio Oriente, principalmente la red Al Qaeda.

Reclutado y entrenado por la CIA y el Istajbarat, que dirigía desde Riad el príncipe Turki Al Faysal, desde 1980 el joven Osama Bin Laden tomó parte en la lucha contra los soviéticos organizando campos de adiestramiento y de reclutamiento. 

A su vez servía de nexo para la canalización de fondos y de armas para la Jihad Islámica, procedentes de la red de droga y de dinero negro centralizada en Arabia Saudita. 

A partir de 1982 se estableció en Peshawar donde puso en marcha la entidad Al Maktab ul-Khidamat Mujahideen, una oficina de servicios a los mujaidines contratados para combatir contra los soviéticos.

Con su cuartel general instalado en Peshawar, en donde se dictaban clases de adoctrinamiento político y de estudio religioso, Bin Laden estableció estrechos contactos con ramas islamitas nacionales, como la Jihad Islámica egipcia Al Jihad Al Islami, y con organizaciones de dimensión transnacional, como los Hermanos Musulmanes, el histórico movimiento islamista fundado en Egipto en 1928.

Sin tomar parte casi en ningún combate, según la mayoría de sus biógrafos, la función de Bin Laden consistió en acrecentar la financiación encubierta estadounidense y saudita con fondos procedentes del tráfico de opio y morfina, y el reclutamiento de miles de voluntarios árabes de otras nacionalidades, como uzbecos soviéticos, moros filipinos o uigures de la región china de Xinjiang.

Unos 35 mil extremistas musulmanes, provenientes de 40 países islámicos, se sumaron a la lucha de Afganistán entre 1982 y 1992, entrenados y financiados por la red encubierta del eje CIA-ISI-Arabia Saudita, y teniendo a Bin Laden como uno de sus operadores centrales.

Según el periodista especializado, Walter Goobar, de uno de los centros de reclutamiento de Bin Laden en Brooklyn, los voluntartios pasaban a “La Granja”, nombre con que se conocía en la jerga del espionaje a Camp Peary, un centro de reclutamiento de la CIA en Virginia. 

En “La Granja”, los reclutas musulmanes provenientes de todo el mundo aprendieron las técnicas de sabotaje y de terrorismo dictadas por oficiales y especialistas norteamericanos.

En esta fase la CIA y su brazo de la inteligencia paquistaní estaban concentrados en planes destinados a desestabilizar a los ex regímenes socialistas en los Balcanes. 

Tras la desaparición de la Unión Soviética las redes del terrorismo islámico, incluída Al Qaeda, se habían extendido por las ex repúblicas musulmanas que integraban la URSS antes de su desintegración.

Con la desaparición de la Unión Soviética, a principios de los 90, las formaciones de mujaidines que habían servido para combatir y desestabilizar a la URSS durante las administraciones de Reagan y Bush padre, habían perdido su razón de ser funcional.

De esta manera se dividió y se rompió la coalición islámica que expulsó a los soviéticos de Afganistán.

Tras la derrota de la Unión Soviética en Afganistán la sociedad de la CIA con los grupos fundamentalistas islámicos entró en contradicción. 

Una parte de la Jihad (caso del eje Talibán-Al Qaeda-Chechenia) intentó construir poder propio al margen de los intereses económicos y geopolíticos de Estados Unidos a partir de tomar el gobierno de Afganistán.

La CIA, que permanecía infiltrada, tanto en la Alianza del Norte como en el régimen talibán, por medio de la inteligencia pakistaní, comenzó a diseñar la operación que culminaría con la invasión militar norteamericana a Afganistán tras la voladura de las Torres Gemelas.

El gobierno fundamentalista de los talibanes -con Bin Laden como virtual ministro de Defensa- terminaría en el 2001 a causa de las múltiples operaciones de la CIA sobre los enemigos internos y externos de los talibanes, que culminó con la invasión militar norteamericana a Afganistán.

Siria y la aplicación de la nueva lógica terrorista

Lo que está sucediendo en Siria, no es otra cosa que la extensión de las técnicas y estrategias del "terrorismo" de la CIA aplicadas en alta escala para desestabilizar a un gobierno y ejecutar desde adentro su derrocamiento.

Al contrario de lo que afirma la prensa internacional (columna mediática de la operación) y las potencias occidentales,Siria nunca estuvo en un conflicto interno, ni en una guerra civil. Nunca hubo un "ejército sirio libre", ni una "rebelión interna" con apoyo civil de la población siria.

Lo que se planificó y comenzó a ejecutarse en Siria, desde hace 16 meses, fue una operación terrorista en alta escala ejecutada y organizada internacionalmente como "liberación de Siria" por el eje EEUU-UE-Israel-Liga Árabe (controlada por Arabia Saudita y las monarquías del Golfo Pérsico).

A diferencia de Libia, las fuerzas de mercenarios extranjeros y desertores del ejército (financiados y armados por EEUU, la UE y las monarquías del Golfo) no tomaron territorios o zonas, sino que se concentraron en operaciones de infiltración y acciones de guerrilla urbana actuando entre la población civil, para exponerla al fuego represivo del ejército sirio.

Las operaciones terroristas de desestabilización incluyeron atentados contra fuerzas del régimen y contra blancos civiles para luego responsabilizar a las Fuerzas Armadas y al gobierno sirio de las masacres de niños y mujeres.

Esto convierte a Siria (al igual que lo sucedido en Libia) en un nuevo campo experimental de conquista militar articulado a partir de los mismos grupos mercenarios operativos que actuaron históricamente reclutados por la CIA para ejecutar las operaciones terroristas que fundamentaron las invasiones a Irak y Afganistán tras el 11-S en EEUU.

La lógica del "nuevo enemigo" de EEUU, identificada con el terrorismo tras el 11-S, se articuló operativamente a partir de la "guerra antiterrorista", una estrategia de dominio imperial-militar que compensa la desaparición del "enemigo estratégico" en el campo internacional de la Guerra Fría: la Unión Soviética.

A la luz de la experiencia, los expertos señalan que en las operaciones del terrorismo "tercerizado" de la CIA es común que actúen varios grupos operativos infiltrados, sin conexión entre sí, pero que responden a la consecución de un mismo objetivo terrorista impidiendo que aparezca el verdadero organizador y beneficiario.

Según lo que se desprende de las distintas investigaciones sobre los grupos operativos del 11-S en Nueva York, 11-M en Madridy el 7J en Londres, toda la metodología de reclutamiento, entrenamiento y preparación de los ataques terroristas está "tercerizada" y sus verdaderos objetivos sondesconocidos por sus ejecutores, quienes actúan motivados principalmente por el dinero que reciben o por convicción religiosa.

Aunque en algunos casos -así lo reconocen los especialistas- la alienación religiosa pudo (y puede) jugar algún papel gravitante en los grupos infiltrados.

De cualquier manera, la conformación "celular" de los grupos operativos terroristas, donde cada integrante solo se conecta con el resto por medio de su "control" (un agente encubierto de la CIA) hace imposible que los ejecutores de los ataques conozcan la planificación general y el verdadero objetivo de los mismos.

Y esto sucede por el carácter cerrado y "celular" de las operaciones terroristas de la CIA, donde cada parte no se comunica con la otra, aunque el efecto funcional de las piezas arrojan un "resultado general".

Estas experiencias recogidas en el funcionamiento histórico del terrorismo "tercerizado" de la CIA fueron finalmente utilizadas para diseñar una nueva forma de conquista militar sin invadir con tropas regulares, como la que ya se ejecutó en Libia y se está ejecutando en Siria.

Hasta el intento fracasado de la toma de Alepo y Damasco, y a diferencia del ejército de Kadafi, el ejército sirio no luchaba contra grupos que buscaban establecerse como "gobierno libre" en distintas posiciones conquistadas, sino contra grupos operativos que ejecutan operaciones de guerrilla relámpago y terrorismo en escenarios móviles e infiltrados entre la población civil.

El objetivo central no era tomar ciudades, sino generar terror, caos e "incertidumbre".

Las operaciones terroristas de desestabilización incluyeron atentados contra fuerzas del régimen y contra blancos civiles para luego responsabilizar a las Fuerzas Armadas y al gobierno sirio de las masacres de niños y mujeres.

Y este efecto lo fueron consiguiendo a través de la difusión nivelada de la prensa internacional cómplice que viene presentando a Siria sumida en "el caos, la violencia y el descontrol". A diferencia de Libia, los "rebeldes" nunca pudieron establecer un gobierno paralelo en Siria. Ni mantuvieron controles territoriales zonales, con apoyo de la población civil.

En Siria nunca hubo un "ejército sirio libre" luchando una guerra convencional contra un ejército oficial, sino grupos operativos armados irregulares orientados a preparar el derrocamiento interno del gobierno sirio mediante una operación militar en alta escala lanzada por la OTAN como justificativo para parar "el baño de sangre y la matanza de civiles", como ya sucedió en Libia.

Como escenario central, la estructura mediática sionista internacional siempre presentó a Siria sumida en un "repliegue del ejercito sirio", ante el avance del "ejercito rebelde", y con el régimen de Bashar al-Assad reprimiendo a civiles para mantener el control.

Como elemento de presión psicológica terrorista, la prensa internacional siempre mantuvo latente la amenaza de las "armas químicas" contra la población, o el estallido de una "guerra civil" como producto del caos y el descontrol del ejército oficial.

En realidad (y a diferencia de Libia donde ocupaban territorios), los grupos mercenarios extranjeros siempre estuvieron enmarcados en una "operación terrorista en alta escala" para desestabilizar y debilitar al gobierno, y preparar las condiciones y el argumento para una intervención militar de la OTAN.

Para ello, se infiltraron y comenzaron a operar en zonas residenciales altamente pobladas para obligar al ejército a reprimir con efectos colaterales de muertes de civiles como consecuencia del fuego cruzado.

Como segundo paso, el objetivo consistió en mostrar al gobierno sirio"tambaleando en el caos y el descontrol". Mientras hechos de acciones tácticas (atentados, y acciones de guerrilla móvil contra instituciones oficiales) fueron mostrados como "ofensivas totales" en distintos escenarios claves, como Damasco y Alepo, donde incursiones y posicionamientos defensivos en distintos barrios son mostrados como parte de un ataque sincronizado para derrocar al gobierno sirio.

Como tercer objetivo, las operaciones terroristas coordinadas por oficiales de las fuerzas especiales de EEUU, Israel y Reino Unido buscaron crear una cabecera de puente para una invasión terrestre desde la frontera con Turquía y el establecimiento de un "gobierno sirio libre" que legitimara la ayuda internacional y posibilitara la proyección de la ocupación a todo el territorio sirio.

En un cuarto objetivo principal, las operaciones terroristas con matanzas diarias de civiles por el fuego cruzado intentan crear el escenario internacional y el justificativo para una acción aérea ("operación humanitaria") decisiva de la OTAN que diera cobertura y apoyo decisivo a los grupos mercenarios para derrocar al gobierno de Asad.

Pero a diferencia de lo ocurrido en Libia, la operación mercenaria fue haciendo agua y fracasando en todos los frentes.

Tres factores centrales incidieron para que esto sucediera. A) El apoyo decidido del eje Rusia-China-Irán al gobierno sirio, B) El poderío y la acción estratégica del ejército sirio que realizó maniobras concéntricas de aislamiento y exterminio de los grupos terroristas posicionados en los barrios (bombardeos y ataques "quirúrgicos") , C) La falta de apoyo de la población siria (sobre todo en Damasco y Alepo) que le quitó sustentabilidad en terreno a las fuerzas mercenarias.

El pilar estratégico y operativo para ocupar Siria con una operación terrorista-mercenaria en alta escala ya fracasó y se derrumbó en Damasco y en Alepo, no obstante la permanencia de focos terroristas rodeados, sin logística ni comunicaciones, que son selectivamente eliminados por el ejercito sirio en operaciones "quirúrgicas" que buscan preservar a la población civil.

El "Consejo Nacional Sirio", brazo político de la operación terrorista en Siria asentado en el exterior, no pudo concretar en Siria el l libreto libio. Fracasó el intento de ocupar Alepo, para crear allí un gobierno de transición, como ocurriera con Bengazi en Libia.

Desmantelado el Plan A, ahora los objetivos del eje USA-UE-Israel-Liga Árabe ya está buscando nuevas vías de concreción y financiamiento internacional para la ejecución de un Plan B.

Según la "Voz de Rusia", "EEUU se propone redoblar las acciones con sus socios de la OTAN para acelerar el derrocamiento del gobierno legítimo del presidente Bashar Assad en Siria. La secretaria norteamericana Hillary Clinton debatió el tema en conferencia telefónica con sus colegas de Gran Bretaña, Francia, Alemania y de Turquía".

Descartada una intervención militar de la OTAN (por la oposición de Rusia y China en la ONU) el eje imperial EEUU-UE, sus aliados árabes y Turquía intentan reflotar las operaciones terroristas incrementando la ayuda financiera, armas, logística y sistemas de comunicaciones destinadas a los grupos mercenarios del "Ejército Sirio Libre".

Sufre, bandido, la OTAN no vendra en tu rescate ....


... para ellos eres simple escoria utilizables y deshechable, tarde o temprano, este será tu destino:



Las operaciones encubiertas de la prensa internacional
La estrategia para aislar a Siria y justificar una intervención militar de la OTAN

Por: Manuel Freytas

Todo parecido con Libia no es mera casualidad. En Siria (sometida desde hace 16 meses a una una acción desestabilizadora caótica y violenta orientada a justificar una intervención militar de la OTAN) la CIA, los servicios de inteligencia y las fuerzas especiales del eje USA-UE-Israel, y las grandes cadenas mediáticas internacionales, operan para derrocar al régimen de Bashar al-Assad dentro de una estrategia casi calcada de la utilizada en Libia para derrocar y asesinar a Muamar Kadafi y apoderarse del petróleo libio.





El objetivo Siria


Desde marzo del año 2011, Siria ingresó de lleno en las"revueltas populares" (o "revoluciones árabes")organizadas en África y Medio Oriente para desestabilizar a los gobiernos no dóciles al eje USA-UE-Israel con grupos instigadores entrenados y financiados por la CIA y los servicios y fuerzas especiales del eje USA-UE-Israel.. ( Ver Revelan que la CIA financia a grupos que operan las revueltas en Siria ).


Como sucedió en Libia con el derrocamiento y el asesinato de Kadafi , las "protestas populares" fueron girando lentamente hacia la "rebelión armada" mientras la prensa internacional acentuaba el "rostro represivo y antidemocrático" de la administración siria conducida por Bashar al-Assad.

Después de iniciar un proyecto de remodelación "democrática" expulsando a sus desgastados dictadores aliados en Egipto y Túnez, EEUU y la UE (utilizando como pantalla a la OTAN) fueron por el petróleo libio y por unaposición estratégica en el dispositivo del control geopolítico militar en África.

Todavía estancados en el bombardeo a Libia, con Kadafi todavía vivito, coleando, y exterminando a los operativos de la CIA en su territorio, en marzo pasado los cruzados del consorcio imperial "occidental" resolvieron ir por Siria. Un "peso pesado" del "eje del mal", cuya imbricación con Irán, Gaza y Libano, terminó convirtiendo a la nueva "revuelta popular" de la CIA en la gran mecha del polvorín de Medio Oriente.

En Siria, tanto como en Libia, el objetivo clave es el petróleo y el derrocamiento de regímenes no adscriptos a la estrategia geopolítica centralizadora del eje USA-UE-Israel en África y en Medio Oriente.

Bush lo designó como el combate contra las "dictaduras" del "eje del mal", y Obama, más progresista, lo llama proyecto de "democratización". El trasfondo es la "guerra contraterrorista".

La idea de la Casa Blanca, hoy controlada por el lobby sionista "liberal" con Obama como gerente, es plasmar en la órbita de sus satélites árabes el"proyecto democracia" renovando la cara del viejo "orden armado" y terminando con la figura gastada de los dictadores al estilo Mubarak que generan odio y resistencia popular.

Desde el punto de vista estratégico, las revueltas callejeras como las desatadas en Túnez, o contra Mubarak en Egipto alimentaron ingenuamente la hipótesis de una "revolución musulmana" o de un "levantamiento popular".

El objetivo en ese caso, fue derrocar al títere, y preservar la continuidad del titiritero. La "salida democrática" en Egipto no fue una opción islámica , sino una opción concertada entre la Casa Blanca de Obama, los halcones del Complejo Militar Industrial y la logia bancaria de Wall Street. Los dueños de Egipto.

En este escenario diferencial, hay que leer esos procesos que la prensa internacional pro eje USA-UE-Israel (interesada en deformar y mezclar los acontecimientos) definió en masa como "revueltas populares en el mundo árabe". 

El tablero de operaciones de la CIA

No es lo mismo Egipto, Túnez, Yemen, donde la CIA, el Mossad israelí y los servicios británicos operaron (y operan) para sustituir a dictadores prosionistas gastados y en desuso, por "procesos democráticos" digitados por Washington, que Bahrein, una base estratégica de la Quinta Flota USA, donde Irán, a través de la rebelión de la mayoría chiíta intenta derrocar a la monarquía aliada de EEUU.

Ni es lo mismo Libia, donde Muamar Kadafi, un "líbero" experimentado, ex aliado inestable del eje USA-UE, que negociaba por conveniencia con el "mundo occidental", fue primero sometido a un bombardeo permanente y luego asesinado por parte de EEUU y las potencias europeas luego de haber abortado el intento para derrocarlo desde adentro.

Siria, junto con Libia, conforman el premio mayor en el tablero de las"revueltas populares" armadas y organizadas por la CIA, el Mossad y los servicios "aliados" en África y Medio Oriente.

Pero Siria no es lo mismo que Libia. Allí gobierna un régimen aliado firme del eje Rusia-China-Irán-Venezuela, y principal sostén (junto con Irán) de Hamás y Hezbolá en Gaza y en Libano.

Desde marzo pasado, Rusia y China se oponen sistemáticamente y abortan en el Consejo de Seguridad de la ONU todas las maniobras del eje Washington-Reino Unido-Paris orientadas primero a sancionar y/o aislar económicamente a Siria y luego a lanzar una operación militar internacional para derrocar al régimen sirio, como lo hicieron con el gobierno de Muamar Kadafi.

"Los países del Occidente buscan aplicar a la situación en Siria el capítulo VII del estatuto de la ONU que autoriza el uso de la fuerza", denunció este martes el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov.

Según el analista Pepe Escobar "Todo el mundo sabe –pero nadie habla de ello– del centro de comando y control de la OTAN en Iskenderum, en la provincia Hatay de Turquía, cerca de la frontera siria, establecido hace meses para organizar, entrenar y armar al grupo abigarrado conocido como Ejército Libre Sirio. Todo el mundo sabe que Qatar, Arabia Saudí y la CIA asesoran y arman a esos «rebeldes» sirios de la OTAN con esencial ayuda turca en el campo de la logística y del refugio".

"Todo el mundo sabe que Washington no aceptará otra cosa que un cambio de régimen en Siria, a favor de un títere dócil, sub-imperial (ciertamente no un islamista). Todo el mundo sabe que cada provocación impulsa la agenda -no tan oculta- de un ataque generalizado de la OTAN y el CCG contra Siria sin una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, soslayando a Rusia y China", agrega.

Las operaciones de la CIA y de las fuerzas especiales USA-británicas en Siria (que dirigen en forma encubierta a las bandas "rebeldes" desde los territorios tomados) siguieron hasta ahora dos pasos concretos:

Fase 1) La "revuelta popular" (diseñada como la que derrocó a Mubarak en Egipto) que fue aplastada a sangre y fuego por las tropas del régimen sirio.

Fase 2) La "rebelión armada" que se fue estableciendo gradualmente en las aldeas y ciudades, y que este martes se convirtió en el inicio de una operación de contraofensiva a gran escala que denominaron “Volcán en Damasco- Terremoto en Siria”. La operación es, según los "rebeldes" , la primera etapa estratégica para sumir el país en estado de desobediencia ciudadana total y absoluta.

Por otro lado, miembros del Consejo de Seguridad de la ONU están consensuando a pasos acelerados el nuevo texto de una resolución sobre Siria que se intentaría aprobar este miércoles en una reunión del máximo órgano de seguridad de las Naciones Unidas.

Trascendió que sobre la mesa hay dos documentos, un proyecto de resolución propuesto por Rusia, que no prevé sanciones para el régimen de Asad, y otro, británico, que amenaza a Damasco con la aplicación del capítulo VII del estatuto de la ONU que autoriza una intervención militar en el país.

Como sucedió Kadafi en Libia, la fase de rebelión armada precipitó un Plan C con la planificación de una intervención militar internacional para derrocar al régimen sirio que (por las divisiones imperantes en la OTAN y la oposición de Rusia y China), todavía no pudo ser ejecutada en terreno. 

La estrategia de guerra mediática 
(Todo parecido con Libia no es pura coincidencia)

La misma prensa internacional que protegió y calló las masacres de Israel en Gaza y en Líbano, que silencia a diario los genocidios de EEUU y la "alianza occidental" en Afganistán, Irak, Pakistán y las zonas petroleras del Cuerno de África, no ahorra munición pesada para condenar el "brutal genocidio" del gobierno sirio contra su pueblo.

Que, en realidad no es el "pueblo" libio en su conjunto, sino grupos operativos sediciosos que motorizan las revueltas, armados, entrenados y financiados por la CIA, el Mossad israelí y los servicios "aliados" de Europa.

Además y como ya lo hicieron con Kadafi) , promueven el caos y el terror con los supuestos "arsenales químicos" del gobierno sirio, listos a ser lanzados contra la población civil, como excusa para una intervención militar de la OTAN y de las potencias aliadas

Este argumento instalado a nivel mundial (y ya utilizado para derrocar y matar a Kadafi en Libia), está sirviendo como justificativo para lanzar laintervención militar en gran escala por parte de los jefes de Estado que integran el eje USA-UE-Israel-naciones árabes aliadas.

Según un informe de The Washington Post, el flujo de dinero para los grupos antigubernamentales que hoy protagonizan el centro de las revueltas antigubernamentales en Medio Oriente comenzó durante la presidencia de George W. Bush después de que congelase oficialmente las relaciones con Damasco en 2005.

Esta financiación siguió con el presidente Barack Obama, a pesar de quese intentó formalmente restablecer las relaciones con el régimen sirio. En enero, la Casa Blanca nombró al primer embajador en Damasco en seis años. 

Los cables revelados recogen las preocupaciones del personal de la Embajada estadounidense después de que la Inteligencia siria comenzase a investigar los programas norteamericanos en el país.

Las autoridades sirias niegan que exista en el país "una revuelta pacífica popular" sino más bien se trata "de la irrupción de grupos de corte yihadista, terrorista, muy próximos a al-Qaeda, incluso financiados por Arabia Saudita o elementos de la escena política libanesa".

Los analistas en general hablan de la existencia de una amalgama de grupos "opositores" que incluye a tendencias muy diversas, como socialistas, activistas de "derechos humanos", islamistas moderados y nacionalistas al igual que blogueros y los llamados ciberdisidentes.

Este mosaico, infiltrado por las redes operativas de la CIA y del resto de las agencias estadounidenses y "aliadas" sirve como polea de transmisión de las "revueltas populares" (que luego se convierten en "rebeliones armadas") que la prensa internacional presenta como "revoluciones populares"contra tiranías y regimenes autoritarios. 

Lo que emerge de Siria, en medio de la ausencia de periodistas extranjeros que puedan verificar la situación, es todo un ejército de disidentes que se sirve de internet para convocar a los opositores o dar a conocer al mundo exterior lo que está sucediendo en el país, afirma la cadena BBC

Agrupados muchos de ellos en el sitio electrónico cyberdissidents.org, componen lo que definen como una organización "dedicada a defender la liberad al promover las voces disidentes. Nuestra plataforma destaca los textos y las actividades de blogueros disidentes con el propósito de reforzar su voz y defender la libertad de expresión", añade la cadena

Entre los ciberdisidentes opera un "ejército electrónico sirio",o le dijo a al programa de radio The World, coproducido por la BBC, Ronald Diebert, de la Escuela Munk de Asuntos Globales en la Universidad de Toronto, Canadá, quien monitorea la situación siria. 

De acuerdo con él, se trata de "gente que opera con un grado de anonimato" y ha actuado como hacker en "alrededor de 50 sitios electrónicos, con mensajes y envío de spam".

En Siria, a diferencia de lo que sucedió en Libia, la CIA está operando la desestabilización del régimen montada en un enfrentamiento pueblo-ejército cuya evolución y objetivo apuntan a generar las condiciones para justificar una operación internacional de bombardeos "humanitarios"como la que lanzaron contra el gobierno de Kadafi en marzo de 2011.

La manipulación informativa, con la "demonización" del gobierno sirio y el ocultamiento de los verdaderos objetivos que persigue la alianza USA-UE-Israel (con la complicidad de Turquía y las monarquías árabes del Golfo Pérsico) resulta clave para hacer desaparecer el rol del "invasor" (la coalición imperial) y el rol del "invadido" (Siria y su población que padecen la violencia y los atentados diarios de los grupos desestabilizadores).

El bombardeo atomizante con titulares direccionados psicológicamente con las consignas dicotómicas del "Mal" ( Bashar al-Assad y su régimen) y del "Bien" (la coalición invasora) traza una cortina de humo sobre los resultantes (las víctimas masivas y la destrucción del país) y sobre los objetivos (el apoderamiento y control de Siria).

De esta manera (y recreando casi mecánicamente sus operaciones en Libia), las grandes cadenas mediáticas se convierten nuevamente en lasmayores legitimadoras y justificadoras de la operación internacional que está despedazando a Siria y a su población civil durante las 24 hs.

En este escenario, Siria fue sometida primero a una "revuelta popular"digitada desde afuera para derrocar al gobierno, luego a una "rebelión"armada con toma de ciudades después, y finalmente, como sucedió en Libia, la alianza imperial planifica una intervención militar internacional conbombardeos ininterrumpidos y muerte de civiles inocentes que conduzca al derrocamiento del régimen sirio, aliado de Irán, Líbano y Gaza.

Simultáneamente, la coalición imperial "humanitaria" mantiene un bloqueo económico y un aislamiento internacional que acrecienta el riesgo de una "catástrofe humanitaria" para el pueblo sirio que ya permanece sometido a condiciones extremas por el aislamiento internacional.

En la concepción maniqueísta y mediática del "bien" y del "mal" el aparato militar del gobierno sirio actúa (casi exclusivamente) para "asesinar a civiles" en su objetivo de perpetuarse en el poder, y una posible y buscada intervención militar de EEUU y de la OTAN solo actuará en "misión humanitaria" para impedir que el régimen sirio siga matando a la población civil.

La historia, el para qué del conflicto, los objetivos y las estrategias que guían a los actores centrales, desaparecen. Solo hay un proceso de acción-reacción, donde Bashar al-Assad (el malo) mata irracionalmente y sin causa que lo justifique, y la coalición imperial y los golpistas internos (el bueno) solo actúan por causas humanitarias para neutralizarlo o detenerlo.

De manera tal, que el objetivo central de la operación imperial contra Siria(el petróleo y el control geopolítico y militar), y el objetivo central del gobierno sirio (terminar con la insurrección interna y restablecer el control sobre el país), desaparecen de escena.

Y (como ya sucedió en Libia) hay una cuestión verificable y estadística: La prensa internacional, sus analistas superficiales vaciados de cerebro estratégico, no analizan objetivamente los hechos que están sucediendo en Siria. Solo se limitan a "comentar" los titulares escritos por las usinas golpistas (las únicas fuentes existentes) y a proclamar consignas "demonizadoras" contra el jefe del gobierno sirio.

La ONU, los gobiernos mundiales y las organizaciones internacionales que (salvo pocas excepciones) legitiman con su silencio operaciones militares diarias de genocidio en masa de civiles en Medio Oriente, África y Asia, levantan sus voces indignadas para condenar la "masacre del dictador sirio" y pedir casi a gritos que las fuerzas de la OTAN intervengan para parar la "guerra civil" y el "baño de sangre".

Operaciones calcadas y de manual (ya ejecutadas en Irak y en Libia), que solo la oposición sistemática que realizan Rusia y China en el Consejo de Seguridad y en los foros internacionales han impedido hasta ahora que los aviones y baterías de la OTAN lancen sus bombas y misiles "humanitarios" sobre el sufriente y castigado pueblo sirio.

Y como ya sucedió con la población libia, el pueblo sirio (indefenso) es la única víctima y variable de ajuste de la nueva operación de conquista imperial planificada y ejecutada en Medio Oriente.


Armas químicas la escusa del imperialismo para atacar Siria



La BBC censura un video que demuestra el lado oscuro de los rebeldes sirios



Caricatura que representa al opositor "Ejército Libre Sirio" (FSA) ratas terroristas entrenadas, financiadas y legalizadas por la OTAN, EE.UU, AlQAeda y la ONU que atacan a Siria, su gente y sus instituciones antes de ser diezmadas por Bashar Al Assad (león en árabe).



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